30 de jul. 2014

Semáforo del 30 de Julio de 2014:

El primer (y único) semáforo del día es para alguien
que lo merece más que nadie en esta vida y la otra. #DILF 

22 de jul. 2014

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Semáforos del 22 de Julio de 2014:



Y el segundo es para alguien que,
al son de un despreocupado y alegre ritmo brasileño,
probará hoy su inocencia: 

19 de jul. 2014

Una nueva era de socialismo responsable:


Pueden descargar el audio directamente de aquí, por si desean ponérselo de tono de llamada en sus teléfonos móviles.

17 de jul. 2014

Frases para la historia:


Semáforo del 16 de Julio de 2014:

Hemos tenido que cambiar el formato para
 acomodar el nombre de la persona
a la que dedicamos el semáforo de hoy.

6 de jul. 2014

Muchas gracias a todos:

Muchísimas gracias a todos, queridos suscriptores.
Les amamos. 

1 de jul. 2014

Don Carmelo y Don Jaime, histórias paralelas:

Bien sabe usted, querido suscriptor, que en algunas ocasiones nos gusta desvelar algunas de las prácticas que hacen de ésta la Edad de Oro del Periodismo™. El articulo de hoy, elaborado por los becarios de La Retaguardia, debe circunscribirse en esa esporádica pero fructuosa línea. Vayamos a ello:

Este pasado domingo, las redes sociales y posteriormente los medios tradicionales, se hicieron eco del vídeo de una agresión neonazi colgado en Youtube:


Un menor de origen ruso agrede impunemente a un oriundo de Mongolia en el metro de la Ciudad Condal mientras un compañero de andaduras, también menor, capturaba la paliza para, posteriormente, colgarlo en una plataforma de vídeo online con el objetivo de presumir de la agresión ante sus "camaradas". Las redes sociales, esa fuente de información incontrolada y muy poco moderada la cual deben evitar consultar a toda costa, se volcaron en el caso y, más allá del agresor, pusieron el foco en quién grabó y publicó la agresión.

¿Quién es nuestro aguerrido cineasta? Se trata del hijo primogénito de Jaime Sambeat Martínez, en adelante, Don Jaime. Casado con la Sra. Manrique, con la que tiene cuatro hijos, Don Jaime puso su nombre de pila a su primer hijo, en adelante, Jaimito.

Don Jaime combina su afición a la autodefensa y a la ropa nacionalsocialista con un patriotismo ligeramente acentuado. Acude y fotografía actos del partido constitucionalista Ciudadanos, lleva a sus hijos a retratarse con sus dirigentes (sin importarle que alguno esté imputado por delito fiscal) y colabora con el periódico Minuto Digital, publicación practicante de un constitucionalismo, digamos, desenfadado. Una curiosidad: Ciudadanos aún no ha aclarado de forma oficial si Don Jaime milita o no en su partido, ya que resulta evidente que simpatizante sí lo es.

Foto de familia, biológica y quizá también política. 

En otro país, Don Jaime sería tratado como un sujeto, cuando menos, peculiar. Afortunadamente no en éste, dónde hay una prensa extraordinariamente plural: durante unos días, Don Jaime fue tratado como una auténtica celebridad. El Mundo publicó un artículo dónde explicaba que huyó de Cataluña para que sus hijos esquivaran la normalización lingüística y no tuvo mejor idea que emigrar a Benicarló (que no a Móstoles ni a Iznájar) dónde, casualmente, la inmersión también es normativa.

Jaime Sambeat, emigrante y víctima.

Andaba por tanto algo confuso Don Jaime, ya que es de sobra conocido que en muchas zonas valencianas se practicaba también la inmersión. Lejos de cuestionar su singular visión del sistema educativo, Don Jaime se convirtió en un héroe para la Asociación por la Tolerancia, que reivindica el constitucional derecho a la ignorancia lingüística.

Jaime Sambeat, miembro de la Asociación de la Tolerancia, en pose tolerante.

El caso de Don Jaime nos recuerda uno anterior: Carmelo González fue candidado de (nuevamente) Ciudadanos a la alcaldia de Sitges en las elecciones de 2007. El Doctor González era presentado por Ciudadanos como un prestigioso biomédico de origen canario. Un tiempo antes Libertad Digital había dado su momento de gloria a Don Carmelo presentándolo como una víctima de la inmersión lingüística. Protagonizó incluso una huelga de hambre, seguida por El Mundo y 20 Minutos, para defender el uso exclusivo del castellano en la escuela.

La realidad la desveló su señora esposa al divorciarse. Don Carmelo vivía obsesionado por excluir a sus hijos del aprendizaje del catalán y su desatino llegó al punto de prohibir a toda la familia que consumieran medios de comunicación que usaran el catalán (les recordamos a Don Carmelo y familia que ofrecemos a nuestros suscriptores una edición en la lengua de Cervantes) y de reñir a su mujer por llevar a los niños a un cumpleaños en un centro de ocio que rotulaba en catalán. Su esposa no pudo soportar más tiempo las peculiaridades lingüísticas de Don Carmelo y se divorció, se quedó con la custodia de sus hijos y Don Carmelo tuvo que volver a Canarias. La desazón de la ruptura no mermaron su la capacidad emprendedora: además de cometer algunas irregularidades fiscales, abrió un centro de padel, se presentó por el PP a las elecciones del 2011 y solicitó una plaza como médico de familia. Curiosa trayectoria para un prestigioso biomédico, el acabar intentando ser suplente de un médico de cabecera, pero quién somos nosotros para juzgar las elecciones vitales del prójimo, mientras sean éstas moderadas.

Carmelo González, visiblemente debilitado a causa de su huelga de hambre.

¿Cuál es el punto de unión conceptual de ambos casos? La legítima atención mediática convierte una conducta intensa y a la vez peculiar en heroica. Sale esta conducta reforzada y tiene el efecto de crear tipos que no contemplan las peculiaridades regionales como virtuosas, que tienen una opinión algo pretérita del judaísmo y que pueden, en desafortunadas ocasiones, conducir a actuaciones conniventes con la violencia como las mostradas por Don Jaime y su hijo Jaimito. En otras ocasiones, como en el trágico caso de Don Carmelo, pueden incluso llegar a provocar la ruptura de una familia.

¿Cuál es la responsabilidad de los medios que dan una cobertura probablemente excesiva a estos sujetos? ¿Les alienta dicha exposición mediática a perseverar en sus actitudes? ¿Y los poderes públicos?

No olviden, queridos suscriptores, que en la versión en papel de su diario Condal de referencia nunca encontrarán un artículo como éste.

Este artículo ha sido elaborado con la colaboración directa de Kim Aulet (@elsomatent), la indirecta de Ber (@berlustinho) y la esclava de los becarios de La Retaguardia.